Cada vez son más las personas que quieren producir dinero en su tiempo libre desde casa. Bien sea por recomendaciones o por ganas de probar un sistema en el cual sean sus propios jefes, la mayoría termina probando un gran número de sistemas en internet. En este artículo queremos prevenirle de algunas trampas que esperan a quienes, esperanzados, se adentran en este mundo sin saber donde pisar.





Las PTC





Como primera trampa y en el lugar que merecen, están las denominadas PTC, que viene a significar Pay to Clic (Pago por clic). En estos sistemas los usuarios ganan por visitar determinada cantidad de sitios al día, esperan unos segundos y ya se le carga algo como 0,0001 $ por visita. Este negocio existe porque las compañías que crean el sistema cobran directamente a los anunciantes una buena cantidad de pasta en relación con lo que “arrojan” a los que visitan los sitios desde su sistema. Pero el asunto empeora, si alguien se pregunta por qué tiene tantos “reclutadores” este sistema, la respuesta es simple: La única manera en que el sistema rinda una ganancia decente, es teniendo un ejercito de referidos trabajando para un “patrón” que los lleva hasta la empresa, ofreciéndoles ganar buen dinero desde su casa. En breves palabras, es un negocio piramidal, donde los de arriba comen a costilla del sudor de los de abajo, que siempre estarán ahí a menos que pisen a muchos más.






“Socio de algo que aún no arranca para tener ganancias compartidas”





Esto, que suena como algo que puede resultar porque la idea normalmente es buena, no es más que alguien que manejara el blog como “único administrador” y quiere que alguien ayude a trabajar para compartir cuando las ganancias comiencen a verse. Vale la pena preguntarse: ¿Cómo se puede saber con certeza qué cantidad de dinero está produciendo el blog? Con el auge y uso de los sistemas de edición de imágenes fácilmente el “ideólogo” del proyecto puede mostrar ganancias mensuales (con sus respectivas visitas) de 15$, cuando en realidad están sobre 100$. Es un negocio a riesgo y con mucho de fe en la apuesta.


   

Recibir grandes pagos y procesarlos en casa para ganar una comisión.



Esta es de las más tentadoras, pero toca recordar aquel consejo: “Cuando algo aparenta ser muy bueno, es bastante probable que no lo sea”. Piensa: ¿Qué sentido tiene que una empresa te pague solo por recibir un pago y luego enviarlo a otra persona, quedándote con un % de comisión, cuando ellos podrían hacer el mismo esfuerzo de enviártelo a ti, para enviarlo directamente a la parte receptora? Esto, que normalmente deja jugosas “ganancias” no esconde otra cosa que “lavado de dinero” y es difícil que en tu país no existan leyes al respecto. Ya aquí se trata de jugársela con el riesgo de ir a la cárcel para ganar dinero “rápido”.





Ya sabes, con la cabeza fría puedes ganar dinero desde casa, pero no sueñes con encontrar oro con solo meter una pala porque normalmente esto trae más peligros que ganancia.