Ya sea que esté pensando que es el tiempo de revisión semestral o anual, su negocio necesita someterse a un chequeo cada año. No importa cuán grande o pequeña sea su empresa, no puede medir la efectividad de los cambios que ha realizado sin analizar los beneficios y el resultado final.
Preguntas para revisar su negocio
Aquí hay 10 preguntas para comenzar:
¿Cómo se comparan sus ventas del año hasta la fecha con los últimos años?
No se sienta satisfecho si logró igualarlos porque si las ventas se mantuvieron igual, habrá logrado un crecimiento cero. Con la inflación, esta línea de crecimiento plano es una señal de advertencia para más problemas en el futuro.
¿Qué porcentaje de su negocio es de clientes habituales?
Es importante saber esto porque si es demasiado bajo, necesita mejorarse. El costo estimado de obtener un nuevo cliente versus retener uno existente puede ser de cinco a uno en términos de dólares gastados. Mantener a los clientes es más rentable que buscar constantemente nuevos.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que ofreció un nuevo producto o servicio?
A los clientes leales les gusta verlo cambiando y progresando con los tiempos. Si está atrapado por una idea, pregunte a sus clientes qué necesitan.
¿Considera los gastos o inversiones de marketing y publicidad?
La forma en que vea el dinero gastado en estas áreas afecta su disposición a gastar dinero. ¿Consideraría una receta medica como una pérdida de dinero? El marketing realmente está invirtiendo en usted, su visión y su empresa. El viejo adagio de que debe gastar dinero para ganar dinero es cierto, pero debe gastarlo sabiamente. Gastelo en anuncios que generan respuestas y pedidos, y si no lo están, tal vez necesite cambiar las publicaciones.
¿Sabes qué es RR.PP. y cómo usarlo para posicionar positivamente su negocio en los medios?
Es altamente probable que al menos uno de sus competidores si lo sepa. Casi todas las menciones de una empresa o empresa en los periódicos y revistas son un resultado directo de los esfuerzos publicitarios. Ser citado o presentado en un artículo dice mucho de sus clientes y lectores que son sus potenciales prospectos. Un buen consultor de relaciones públicas puede hacer eso por usted y mostrarle formas de prolongar la vida útil de ese artículo más allá de su publicación.
¿Estás en la lista de las páginas amarillas?
Si solo tiene una lista de líneas, considere incluir un anuncio pequeño en las páginas amarillas. Si puede pagarlo, pagará dividendos durante todo el año.
¿Trata a sus clientes habituales mejor que a los eventuales?
Debería ser así. Si sus clientes no se sienten especiales cuando acuden a su negocio por productos o servicios, ¿por qué deberían permanecer leales? Tenga un día de agradecimiento al cliente o una venta especial de invitación únicamente para sus clientes habituales. Cree una lista de correo de sus clientes habituales. Envíe postales o tarjetas de felicitación ocasionales para eventos especiales o simplemente para mantenerse en contacto. Aprenda a reconocerlos a primera vista y salúdelos por su nombre cuando lo visiten.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que realmente habló con uno de sus clientes?
Del mismo modo que usted aprecia que su Doctor se tome el tiempo de hablar con usted, sus clientes lo apreciarán si se interesa por sus necesidades. Si tiene un negocio de servicios, almorzar o tomar café periódicamente con algunos clientes habituales, incluso si solo se comunican con usted una o dos veces al año. El toque personal en un mundo impersonal será recordado.
¿Cómo está su negocio en comparación con su competencia?
Todas las empresas, sin importar el tamaño, tienen competencia, incluso los negocios en casa. ¿Su negocio está creciendo o reduciéndose? ¿El precio o servicio de su competencia es mejor que el suyo? Si es así, ¿qué le puede decir a los clientes potenciales sobre la diferencia de precio? Piense en cómo puede mejorar su servicio para cumplir o exceder las expectativas de sus clientes.
¿Son felices sus empleados?
No les pregunte directamente, sino obsérvelos durante el día. Mire, escuche y aprenda. Los empleados a quienes les gusta su trabajo no miran el reloj para salir de trabajar, no suelen llegar tarde, no tienen un lenguaje corporal deficiente, no pierden el tiempo en llamadas personales y no se ven como si nunca sonrieran. Observe cómo interactúan con los clientes. No todos son candidatos para el contacto directo con el público, así que asegúrese de no tener un empleado que esté alejando el negocio.
